El Museo Nacional de Arquitectura hace un reconocimiento póstumo, a la prolífica trayectoria del arquitecto Ricardo Flores Villasana. Nació el 8 de noviembre de 1925 en El Oro, Estado de México, y falleció en la Ciudad de México el 20 de diciembre de 2004. Estudió e impartió clases de dibujo en la entonces Escuela Nacional de Arquitectura, donde destacó por su facilidad de trazo y representación gráfica como el lenguaje para entender el diseño arquitectónico. Su trabajo como diseñador fue extraordinaria: el uso de materiales tradicionales como el ladrillo aparente, que utilizó logrando elementos constructivos como bóvedas, cúpulas, cornisas, etc., que se desarrollan como entes orgánicos; el uso también del azulejo y, como contraste, como un elemento contemporáneo, las estructuras de hierro y el cristal en grandes superficies, dieron a sus proyectos y obras un carácter totalmente inédito en nuestro universo habitacional. Diseñó también objetos de uso cotidiano y textiles de extraordinarios diseños y coloridos muy acordes a nuestras tradiciones.

Pero una parte muy importante de su oficio como arquitecto fue su expresión gráfica. Siempre elaboró a mano sus planos, sus dibujos de viaje, complementándolos con frases alusivas, con acuarelas, con sellos que plasmaron todo lo que él quería decir y expresar como arquitecto. La exposición estará compuesta con noventa y siete láminas en color y blanco y negro, con imágenes de sus obras, documentos originales, así como ejemplos de sus textiles y maquetas de sus obras más representativas.